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Crónica 82,

Perú II - Imperios de barro

Ruta : Ruta de los Imperios | País : Perú

Ponemos rumbo norte siguiendo la costa peruana hasta detenernos en las ruinas de Paramonga, un desnivel se eleva frente a las playas rompiendo con la monótona y árida costa que caracteriza el litoral peruano. Ocho muros cuadrangulares van ensortijando la colina donde se encarama este templo-fortaleza de la cultura Chimú. El templo Chimú es tan solo un entrante de lo que este belicoso reino preincaico nos tenía reservado más adelante, en los alrededores de Trujillo.

Pero el cielo gris y tristemente encapotado típico de la costa recobra toda su vivificante lozanía cuando comenzamos a subir hacia el corazón de una de las encrucijadas montañosas más bellas del Perú, al encuentro de la Cordillera Blanca y la Cordillera Negra. De nuevo nuestro Montero se convierte en el especial vagón de esta particular "montaña rusa" que nos elevará desde el nivel del mar hasta el paso de montaña Conococha a 4.080 metros del altura. El río Fortaleza nos marca el rumbo a seguir por su retorcido itinerario de vida entre tanta aridez.

El Callejón de Huaylas -valle encajado entre la Cordillera Blanca y la Cordillera Negra- es un recorrido pleno donde la naturaleza se combina con románticos pueblos coloniales. Antes de Huaraz se halla Ticapampa (en la foto), uno de los pueblos que consiguió preservar su aire colonial y sobrevivir a las garras de los violentos aludes y espantosos terremotos. Otros no fueron tan afortunados, su vecino Yungay se enorgullecía de tener los más bellos y antiguos edificios coloniales de la sierra pero un nefasto día fue arrasada totalmente cuando una descomunal porción de la nieve que se acumula en el Huascarán se desprendió furiosamente. En su vehemente desmoronamiento una mortífera masa de lodo y tierra sepultó para siempre a la ciudad. Más de veinte mil personas perdieron sus vidas.

Las hermosas montañas son la encarnación del bien y del mal, dan la vida y la quitan. Su aparente fortaleza contrasta con la inestabilidad de su base, son colosos con pies de barro pues cada vez que tiembla la tierra sectores de montaña se precipitan sin contemplaciones sobre sus habitantes. Todavía se les pone la piel de gallina a los habitantes del Callejón de Huaylas recordar los efectos del catastrófico terremoto de 1.970. Más de la mitad de la ciudad de Huaraz, la capital del Callejón, fue destruida. .

La Cordillera Blanca muestra su máximo exponente con el nevado volcán Huascarán (6.768 metros, el techo del Perú). Durante 200 kilómetros la Cordillera Blanca despliega de norte a sur su larga cabellera nacarada tan deslumbrante que muchos han quedado hechizados por sus perturbadores reflejos y se han marcado como meta acercarse lo máximo a sus cimas. Por el momento sólo los mochileros se acercan a esta zona del mundo pues el turismo de masas se concentra en Machu Picchu, Cuzco, Arequipa y Nazca. Estamos en el "otro Perú", como ocurría con la zona de Ayacucho (crónica 81).

Frente a la resplandeciente Cordillera Blanca, la lúgubre y apagada Cordillera Negra es la otra pared de este hermoso pasillo natural. Si los guardianes de blanca cresta atraen con su hermosura, el lado oscuro representa la prosperidad. Sobre sus carnes, los cultivos en terraza desafían la ley de la gravedad con ubicaciones insólitas y bajo sus 4.600 metros de altura almacenan más de 12.000 importantes depósitos minerales de oro, plata, zinc y están a punto de confirmar la presencia de uranio.

Pero además de la agricultura en terrazas, el pastoreo ocupa también parte de las actividades que sustentan a los indígenas y es normal cruzarse con cholitas arreando rebaños de ovejas, vacas, llamas o alpacas..

El Callejón de Huaylas se torna especialmente restringido y opresivo en un pasaje denominado Cañón del Pato. Una empresa norteamericana de electricidad fue la que se aventuró a crear una central hidroeléctrica penetrando en las frágiles laderas de esta montaña y crear en la garganta una pista colgante y semisubterránea mediante 36 túneles en la roca viva. El entorno es grandioso y resulta increíblemente emocionante penetrar en las fauces de una tierra que parece viva y ávida por tragar todo lo que se le ponga al alcance de su boca ... aunque para un claustrofóbico sería como aplicarle un martirio tan aterrador como enterrarle en vida. Pero cuando sales a la luz del día, tras la tenebrosa oscuridad de los angostos túneles, los precipicios que acaban estrellándose estrepitosamente en el lecho del río Santa no son mucho más tranquilizadores. Hacía tiempo, mucho tiempo que nuestro Montero no transitaba por "pistas colgantes" ... y ahora será por partida doble puesto que hemos de regresar por el mismo camino a Huaraz.

Ni siquiera estos recónditos y aislados parajes son un obstáculo para el teléfono satélite Inmarsat Ibérica que nos permite seguir comunicados con el exterior mediante internet o de viva voz. A veces la incertidumbre de la siguiente etapa nos obliga a ser previsores y comenzar los preparativos con mucha antelación. Nuestra actual espada de Damocles es ... encontrar un barco que traslade nuestro imparable Mitsubishi Montero desde Sudamérica a Centroamérica. No existe ninguna vía terrestre y siempre que se nos corta el avance por tierra... aparecen infinitos quebraderos de cabeza y preocupaciones.

Pero los obstáculos están para ser superados y al poco de colgar el teléfono, el paisaje nos vuelve a absorber. Hemos llegado al final del Cañón del Pato y a nuestros pies aparece un minúsculo asentamiento humano. O mejor dicho ... dos asentamientos humanos cuya vida discurre en forma paralela pero sin llegar a fundirse. Por un lado el pequeño y modesto villorrio de Huallanca donde sus escasos habitantes viven casi aislados del mundo y por otro ... el gigantesco complejo de viviendas, servicios e instalaciones de los trabajadores de la central hidroeléctrica que se constituye como un hermano mayor de acceso restringido..

Nos despedimos de la regia Cordillera Blanca para, a través de su hermana Cordillera Negra, deslizarnos hacia las impredecibles aguas del Pacífico. Pero antes de escuchar el rumor del océano debemos elevarnos por una pista terrosa para oír el rumor del frígido viento de las cumbres en el paso de Callán a 4.224 metros. Este hito geográfico será el que nos indique nuestro descenso hacia la costa al encuentro de aquellos testigos del pasado, forjadores de la historia del Perú.

Fechado hacia el año 1.500 antes de Cristo, los cimientos que encontramos al nivel del mar, son los restos de un gran templo-palacio de la cultura preincaica de Sechín (1.500-300 a.C.). En ellos se recoge un significativo y trascendental documento gráfico sobre una parte de las vidas de este pueblo milenario que dirigió la vida de esta zona del mundo unos dos mil años antes de la conquista inca.

Los bajorrelieves son el más preciado legado de esta ubicación arqueológica donde se ilustran una forma de vida muy familiarizada con toda una serie de experiencias violentas donde los vencidos de una batalla son descuartizados de pies a cabezas: cabezas seccionadas fluyendo sangre, los ojos, lenguas y orejas arrancados, columnas vertebrales seccionadas y extendidas, brazos y piernas sueltos al tiempo que la imagen de una especie de general-sacerdote preside los sacrificios.

Huanchaco era una tranquila y pequeña población costera a las afueras de Trujillo que se ha ido convirtiendo en un balneario para los peruanos. Junto con sus playas, esta especie de gigantes zapatos pajizos de Aladino son la principal atracción. Son los llamados "caballitos de totora", las embarcaciones de planta totora que ya conocimos en el lago Titicaca. En el presente se han convertido en un juego para aquellos que vienen a veranear al poblado y se divierten sorteando el característico e irascible oleaje de las playas del Pacífico..

De nuevo encontramos el espíritu colonial en una ciudad con hermosas iglesias y cautivadoras casas magníficamente recuperadas del olvido. Fundada por Diego de Almagro en 1.534 por orden de Francisco Pizarro fue bautizada con el nombre de Trujillo años después (en honor a la preciosa ciudad natal de Pizarro en Extremadura). Como todo nuevo imperio que conquista tierras su impronta se refleja con huellas imborrables. Así como los Incas conquistaron a los Chimú y comenzó una nueva etapa en la vida de sus pobladores con una nueva religión y nuevas costumbres, la llegada de un nuevo Imperio de ultramar a bordo de carabelas supuso un nuevo cambio y ello se refleja en cada calle por la que se pasea en la ciudad..

Pero Trujillo nos hace retroceder mucho más atrás que la época colonial, el túnel del tiempo nos sitúa en otro episodio de la historia del pueblo peruano. A las afueras de la histórica ciudad los vestigios del Imperio Chimú han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Imposible no detenerse largo tiempo en los bajorrelieves restaurados del Huaca Dragón o mejor conocidos como el Huaca Arco Iris, debido a las franjas arqueadas y talladas sobre los dragones. Los huacas son templos piramidales bellamente decorados y estos se fechan entre los años 1.000-1.470 d.C.

El Imperio Chimú ha sido calificado como un despótico imperio que basaba su poder en las guerras de conquista. Con una rígida escala social el poder estaba en manos de unos pocos señores y tras ellos una corte ostentaba el poder económico. Abajo se encontraban el pueblo y los esclavos que trabajan para los poderosos y dictatoriales señores. Fueron los incas los que les conquistaron tras once años de asedio en 1.471 ... para ser conquistado a su vez por el imperio español más de un siglo después..

La ciudadela de Chan Chan es otro de los espectáculos Chimú. Sus 20 km2 le convierten en la ciudad prehispánica más grande del continente, pero se han tenido que emplear a fondo para reconstruirla. Gobernaban con puño de hierro pero sus frágiles construcciones de adobe eran como un castillo de arena y es un milagro que algunas de ellas todavía se distingan después de centenares de años. El Niño no es un fenómeno moderno, que no nos engañe su nombre, se trata de un niño muy crecidito que ya daba que hablar hace más de dos mil años. También entonces sus efectos eran tan destructores como lo son ahora y sus resultados hicieron tambalear la existencia de poderosos imperios de barro. .

El Imperio Moche (años 100-800 d.C.) también dejó su huella por estos lares. Construyeron su capital alejados de la costa, más adentrados al desierto, ingeniando un sistema de irrigación y canales que hoy en día siguen siendo utilizados y sirvieron de inspiración a los Incas. Las culturas del sur de América no desarrollaron nunca un lenguaje escrito por ello las escenas que tan prolíficamente representaban los Moche en sus muros y en los objetos cerámicos son de un incalculable valor para conocer muchos hechos de su cultura. En la foto, murales interiores del Huaca de la Luna y que gracias a una cuidada restauración pueden ser admirados hoy en día. El rojo, blanco, negro y amarillo son los colores que dan vida a las pinturas murales y grabados de las deidades felinas de rostros amenazantes y encolerizados que predominantemente decoran las salas del interior de la pirámide..

Aunque estos pobres perros parezcan estar en las últimas por alguna enfermedad que le ha provocado ese aspecto endeble y sin pelo ... la realidad es bien distinta. Esta raza sin pelo, llamada "viringo", se convirtió en el animal de compañía de los incas cuyo papel principal era calentar sus lechos. Al no tener pelo están libres de pulgas y no huelen pero deben protegerse del sol y del frío. Sus orígenes son desconocidos pero parece ser que llegaron al continente americano acompañando a los primeros inmigrantes que cruzaron por la lengüeta de tierra del Estrecho de Bering desde Asia.

Nuestro último viaje a las alturas peruanas es a través de otro hermoso valle para alcanzar una mítica ciudad a 2.750 metros que fue testigo del episodio histórico que influyó decisivamente en el curso de la historia del Imperio Inca. Los campos de arroz y caña de azúcar así como frutas tropicales como la dulce y sabrosa chirimoya son los principales cultivos de la región regados por el río Jequetepeque.

Llegar a Cajamarca es un camino largo pero merece la pena porque el paisaje del recorrido embelesa y pasear por la ciudad es una delicia. Hay que tener cuidado con los amantes de lo ajeno pero no llega a la peligrosidad de Lima. Es muy fácil disfrutar en una terraza y andar entre callejones, casitas encaladas con tejas con floridos balcones y patios interiores e iglesias de piedra..

La más importante y bella ciudad de la sierra norte del Perú, Cajamarca, es la ciudad donde se desarrollaron los acontecimientos a los que hacíamos alusión. A la vera de la impactante iglesia de San Francisco, recordamos ese capítulo en la hermosa Plaza de Armas donde Atahualpa fue ejecutado hace 369 años.

A la muerte del emperador Inca, Huayna Capac en 1.525, estalló una guerra civil que enfrentó a los hermanos Huáscar (hijo legítimo de Huayna Capac que regía el Imperio al sur desde Cuzco) y Atahualpa (su medio hermano) que dominaba desde el norte, en Quito. A partir de ahí todo son historias de traiciones, batallas y engaños. Atahualpa captura y encarcela a su hermanastro pero Pizarro llega en ese momento y captura a su vez a Atahualpa con engaños y artimañas. Atahualpa manda matar desde la cárcel a su hermanastro y rival en la corona no sea que Pizarro prefiera a su hermanastro como rey. Atahualpa es ejecutado a su vez por Pizarro a pesar de haber entregado un rescate para ser libre (la famosa habitación llena de oro). Reyes decadentes y conquistadores recién llegados van a por todas y ninguno tiene reglas con tal de ser vencedores o tener la vida salva. Pero la mayor traición vino de Rumiñahui, general de Atahualpa. Sorprendentemente considerado como héroe por algunos sectores (hasta hay una autopista con su nombre en Quito, Ecuador) debido a que no entregó el oro a los españoles no se han detenido a pensar que no lo hizo por "patriotismo" sino para beneficio personal. Todas sus acciones así lo demuestran: con la llegada de Pizarro abandonó a su monarca llevándose 5.000 decisivos guerreros, llegó a Quito (capital del reino) y se apoderó del oro real, cuando Atahualpa se lo pidió para pagar el rescate dijo que como le iban a matar de todos modos que se lo quedaba él (el oro del rescate se consiguió finalmente del Templo del Sol), mató luego al hermano de Atahualpa (Illescas) al que despellejó y se hizo un tambor con su piel (con su calavera clavada en el mismo), luego exterminó a 200 parientes del lado materno de Atahualpa acabando con la alta nobleza indígena quiteña. Estos dos últimos actos aprovechando las honras fúnebres por el suicidio de Cori Duchicela (mujer y hermana de Atahualpa) al enterarse de la ejecución del monarca por los españoles. Procede después a ejecutar a todos los hijos de Atahualpa así como a sus mujeres y concubinas "sospechosas" de estar embarazadas, se auto proclama soberano indiscutible de los incas, convierte a todas las sacerdotisas del Templo del Sol (más de 100 doncellas hijas de las primeras clases sociales del reino) en su harem particular, ... Conquistadores, aventureros, luchas internas, avaricia, venganzas y traiciones por doquier acabaron con el Imperio Inca ... y Cajamarca fue el detonante.

Los peruanos adoran la música, es como el latido que marca el ritmo de su corazón. La danza y la música forman parte cotidiana de sus vidas y no hay nadie que no sepa bailar o tocar algún instrumento. Cada región tiene su particular estilo pero la música de la llanura se suele caracterizar por un sentimiento más alegre y optimista que la música de la sierra que suele estar enmarcada en un tono más triste y melancólico. Desde niños se les inculca ese amor por la música y la danza participando en todo tipo de actos musicales.

En las calles de Cajamarca una procesión deleita nuestro ojos y oídos pero nosotros tenemos también otra procesión ... la que va por dentro. La siguiente etapa es decisiva.

Un dato que pocos saben sobre la Panamericana es que no existe unión terrestre entre Sudamérica y Centroamérica porque entre Panamá y Colombia hay una selva totalmente impenetrable. Eso nos obliga de todas-todas a embarcar el Montero en un puerto Sudamericano hacia Panamá con toda la tensión, tiempo invertido e incertidumbre que se provoca cuando no hay enlace terrestre entre dos puntos. Además de eso hemos tenido que hacer una importante alteración en la ruta frente a una serie de nuevos factores que se han producido hace unos meses. A nosotros, que no nos detuvo la inquietante e incierta Asia Central (crónicas 23 a 25) para cruzarla, ni la situación de Cachemira para explorarla (crónicas 51 y 52), ni la guerra entre Tailandia y Birmania para movernos por esa zona (y hasta ser rodeados por la policía una noche, crónica 64), ni el impedimento de entrar en Vietnam (que al final conseguimos sortear, crónicas 58 y 59) y muchas otras barreras... por primera vez tenemos que cambiar los planes por la situación de Colombia. Inicialmente teníamos planeado hacer Ecuador-Colombia-Venezuela pero la situación de Colombia supera todo lo imaginable (guerra civil, riesgo de rapto, asesinatos, atentados indiscriminados, emboscadas en carreteras, falsos controles, robos hasta de los calzoncillos, etc.) y Venezuela está desde hace semanas a punto de estallar (si no ha estallado mientras escribimos estas líneas). Imposible hacer la ruta prevista, Ecuador se ha convertido en un callejón sin salida y desde ahí tenemos que embarcar a nuestra fiel montura hacia Centroamérica. Desde que suprimimos Colombia hemos estado recopilando información pero todavía hay muchas incógnitas: ¿qué puerto elegir?, ¿qué fechas de salida tendrán los barcos? ¿habrá enlace aéreo para llegar a la vez que el carguero? Ya sabemos que desgraciadamente no hay barcos Ro-Ro (como un ferry pero sin admitir pasajeros) que vayan de Sudamérica a Centroamérica (en sentido inverso hay un montón) así que tendrá que ser en conteiner (casi tres veces más caro, ronda los 1.500 US$). Habrá que negociar los precios con las distintas navieras porque eso es una barbaridad para el presupuesto que nos queda. ¿Cuánto tardaremos en tenerlo todo listo? ¿Cuánto demorarán todos los tramites y decisiones? Si es mucho ... ¿nos dará tiempo a llegar a Alaska antes que llegue el invierno? Cada vez que nos cortan el camino terrestre es como cortar las alas a un pájaro. Surgen infinitos factores externos y gastos descontrolados. En dos días entraremos en Ecuador y en ese país se decidirá todo. Desde aquí ya no podemos hacer nada y aunque nuestros corazones están intranquilos por lo que se nos viene encima ... intentamos no pensar en ello. La procesión interna se silencia poco a poco y la externa se vuelve a apoderar de nuestros sentidos. La música folclórica inunda el ambiente y los niños ataviados con bonitos trajes nos sonríen cuando les miramos. Mañana será otro día ... y pasado mañana será otro país. Esperemos que todo nos salga bien.

Resto de crónicas de la ruta

Acerca de los expedicionarios

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Te presentamos a tus compañeros de viaje

Vicente Plédel y Marián Ocaña son dos aventureros ceutíes con una prestigiosa trayectoria de rutas de exploración a través del mundo y entre los dos cubren todos los aspectos que requiere una expedición.