x
post 1488x702

Crónica 83,

Ecuador - La mitad del mundo

Ruta : Ruta de los Imperios | País : Ecuador

Nos adentramos en un nuevo país con la inquietud de lo que nos deparará el incierto destino a la hora de embarcar nuestro Montero hacia Centroamérica. Pero la ruta por Ecuador se inicia a través de una ciudad cuya hermosura nos hace olvidar nuestras preocupaciones y que llena de orgullo a los ecuatorianos: Loja. Ha sido reconocida con un doble galardón en los últimos dos años: como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y como una de las ciudades más ecológicas y limpias del mundo, ejemplo con el tratan de animar al resto del país. Una representación de Don Quijote nos saluda en nuestra entrada por la puerta de la ciudad.

La plaza de San Sebastián es uno de esos rincones de Loja que han sido recientemente restaurados y sin tener, sorprendentemente, ni una sola mención en ningún libro es para nosotros el rincón más bello de la romántica ciudad. Su plaza con el mercado, su iglesia, la fuente y edificios con arquerías, balcones y tejas le han convertido en un punto de visita obligado. Un monumento conmemorativo en el centro de la plaza recuerda toda su historia: la llegada de los conquistadores, los personajes más destacados que encabezaron los movimientos de independencia, a la población indígena que representa al 40% de la población ... una evocación a su historia sobre lo que han sido y lo que son..

Tras la parada urbana en Loja de nuevo nos lanzamos a las montañas. Ecuador es un país pequeño pero con un ecosistema muy completo que se podía definir como una columna vertebral y dos pulmones. Su columna vertebral es la cordillera de los Andes con un prodigioso e imponente buen número de volcanes. Muchos están en activo como el Cotopaxi, el volcán nevado en activo más alto del mundo (5.897 m.) y el segundo más alto del país después del Chimborazo (6.310 M.), el techo de Ecuador. Pero también cuenta con dos buenos pulmones como son la Amazonía al este y su costa tropical al oeste. En nuestro camino a Cuenca por los Andes vamos sorteando una sucesión de curvas interminables con numerosos boquetes inesperados. Las prominentes colinas tapizadas de un penetrante verdor albergan campos de cultivo que pequeñas granjas de campesinos trabajan.

A través de las montañas vamos encontrando la vida rural y un curioso pueblo: Saraguro. Es un pequeño pueblo colonial con población mayoritariamente indígena, el grupo andino más al sur de todo el Ecuador: los quichuas de la sierra. Descendientes de los incas este grupo era nómada hasta asentarse en estas tierras. Todo a lo largo y ancho del mundo son generalmente las mujeres las que conservan las señas de identidad en cuanto a la vestimenta tradicional mientras que los hombres acaban adoptando las camisas y pantalones occidentales. Pero aquí, en Saraguro, los hombres siguen vistiendo con orgullo el mismo traje que adoptaron durante las colonias. Con un aspecto cercano al tirolés (en la foto) lucen un pantalón corto con tirantes y sombrero de fieltro, ambos negros. El poncho será el complemento para resguardarse del frío y la bolsa tipo alforja para albergar sus más ligeras pertenencias..

Las mujeres también conservan su tradicional vestimenta en tonos también oscuros para su larga falda y chal, pero con el complemento siempre presente de pulseras, collares y pendientes y, por supuesto, sin prescindir de sus sombreros también de fieltro negro. Las joyas más valiosas las conservan para ceremonias especiales y las más famosas son los "topos", broches de plata que adornan sus chales. El cáncer de Sudamérica, la inseguridad, les hacía padecer asaltos en las ciudades para despojarlas de todas sus joyas y eso provocó que para el día a día usen joyas o bisutería más discreta y de menor valor.

La ciudad de Cuenca, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1.999, cuenta con un impresionante casco histórico colonial que incita a pasear sin rumbo para ir descubriendo sus secretos y delicias..

Apasionados por la historia queremos seguir remontando el tiempo y nada mejor que volverse a adentrar en los Andes. Seguimos ascendiendo por la espina dorsal de Sudamérica y a 3.160 metros de altitud nos encontramos (además de con un terrible temporal de lluvia y viento) con los restos arqueológicos más importantes de Ecuador. No lejos de Cuenca es el más relevante testimonio de la presencia del Imperio Inca en estas latitudes y una importante seña de identidad ancestral para los ecuatorianos. Nos hallamos en Ingapirca, que quiere decir "muro de piedra inca". La tremenda tormenta que nos sorprende dificulta nuestro trabajo pero deja impasible a las llamas que pastan apaciblemente. Las aportaciones realizadas por el geodesta francés Charles de la Condamine y los marinos españoles, Jorge Juan y Antonio de Ulloa, que integraban entre otros la expedición científica franco-española, fueron fundamentales para el mejor conocimiento de las ruinas incaicas, dada la exactitud de los planos del francés y las descripciones realizadas por todos ellos..

Desde sus privilegiados 2.800 metros de altitud, la ciudad de Quito es la segunda capital más alta de toda América después de La Paz (Bolivia). Cortejada por el volcán Pichincha de 4.794 metros de altitud, Quito fue la capital del norte del Imperio Inca desde donde regentaba Atahualpa parte de sus dominios. Tras la traidora captura y ejecución del rey Inca realizada por Pizarro y la sanguinaria masacre de toda la familia real y nobles por parte del ambicioso general inca Rumiñahui (que se autoproclamó nuevo soberano sobre ríos de sangre de su propia gente), el Imperio Inca se precipitó en el caos y destrucción con luchas internas y una traición tras otra. La capital inca murió pero fue refundada en 1.534 por uno de los conquistadores del nuevo Imperio: Sebastián de Belalcázar, el lugarteniente de Pizarro. Con la colonización, la ciudad renació con bellas casonas y altivas iglesias que aún conservan el atractivo de entonces. Así se ha convertido en uno de los más bellos y extensos cascos históricos del continente americano compitiendo muy seriamente (aunque sin alcanzarla) con su homóloga en Perú: Cuzco, la capital del Imperio Inca en el sur. Extremando las precauciones para no ser víctimas de los tan comunes robos y asaltos, podemos disfrutar durante días de fantásticos recorridos..

Llegamos a la cautivante plaza de San Francisco, otra de las perlas de Quito con los cerros prácticamente encima y repleta de solariegas casas balconadas muy bien recuperadas. Siempre con una febril marea de paseantes, los puestos ambulantes de cirios en las plazas de las iglesias son el presente que los peregrinos no paran de encender dentro de las iglesias. Tintineantes fulgores que intentan llamar la atención de Dios para estar en su gracia, como presente de un favor concedido o en petición de un íntimo deseo..

Pero junto a la belleza arquitectónica de lo colonial y la modernidad del "downtown" al más puro estilo de Hong Kong o Singapur también tienen, como en todas las grandes ciudades de Sudamérica, extensos barrios marginales de viviendas que surgen como champiñones de la noche a la mañana y que trepan por las colinas que se colapsan con las lluvias o son levantadas en valles que se inundan con facilidad. Son los terrenos periféricos o residuales de la gran ciudad, allí donde se hacinan los pobladores que huyen de la pobreza del campo o de pueblos menores y buscan una nueva oportunidad en la gran ciudad ... oportunidad que casi nunca llega. Una nueva vida que no existe y un cambio de entorno que les hace más miserables de como estaban.

Y llegamos al Ecuador. Pero al Ecuador de verdad. A la mitad del mundo. Pisamos la línea imaginaria que divide nuestro planeta en norte y sur. Aquí estamos, hemos alcanzado con nuestro Mitsubishi Montero el punto exacto donde el francés Charles-Marie de la Condamine determinó en 1.735 la línea exacta ecuatorial y donde Ecuador (que debe su nombre a ese paralelo) ha levantado un gran monumento conmemorativo. Entre 1.735 y 1.744 se realizó la expedición dirigida por el francés Charles de La Condamine y la participación de los marinos españoles Jorge Juan y Antonio de Ulloa. Por fin España, tras la fiebre devoradora por conquistar y afanar tesoros comenzó entre los años 1.735 y 1.808 a desarrollar una actividad expedicionaria potenciada por el Estado cuyas finalidades iban dirigidas a reunir información sobre disciplinas muy diversas como fueron la botánica, zoología, cartografía, mineralogía, farmacopea y arqueología entre otras.

Guayaquil es la segunda ciudad más importante de Ecuador y se trata de una villa gigantesca predominantemente moderna pero desgraciadamente con el mayor índice de criminalidad del país, algo que intentan combatir las autoridades. Situada en la costa del Pacífico, justo en la desembocadura del río Guayas, su clima es muy húmedo y caluroso. Sin poder compararse con Quito, tanto en belleza como en clima, sí que tiene ciertos atractivos y cada año que pasa la municipalidad realiza importantes avances para hacerla más práctica, vivible y humana. A parte de una impresionante red viaria periférica y modernos túneles que cruzan las colinas, los habitantes de Guayaquil" están muy orgullosos de su Malecón 2.000. Se trata de un reciente e impresionante paseo marítimo que puede mirar con altivez y desde arriba a cualquier otro Malecón del mundo. En la foto refleja un aspecto moderno de muy buen gusto con su mobiliario urbano y esculturas con alusiones al mar. Más allá nos encontramos con sucesivos parques y jardines, estanques, estatuas, terrazas, fuentes, un museo, miradores, un histórico faro y un largo etcétera que hace que su interminable recorrido sea siempre ameno y distinto en cada tramo. Su kilométrica verja con puertas vigiladas e infinidad de guardas de seguridad hace que sea un lugar sin delincuencia y el paseo predilecto y más tranquilo de los ciudadanos de Guayaquil..

Guayaquil fue elegida recientemente como la sede donde fueron convocados los altos mandatarios latinoamericanos para elaborar un proyecto de colaboración mutua. La ciudad con sus imparables obras de remodelación comienza a mostrar un saludable aspecto de renovación y recuperación de sus raíces. El último gesto fue con la inauguración del cerro de Santa Ana, la colina donde nació Guayaquil (en la foto). Un barrio muy peligroso por su delincuencia pero que el ayuntamiento ha recuperado extraordinariamente, como atestiguan las fotos de cómo era "antes" (imágenes que dan realmente miedo al pensar que había gente viviendo en ese cúmulo de hierro y madera en ruinas). Las viejas e insalubres chabolas que atiborraban la colina fueron remodeladas y ahora la colina está repleta de sencillas pero bellas casas pintadas de vivos colores. Sus moradores han recuperado la ilusión de vivir dignamente al tener una vivienda decente y poder ganarse la vida atendiendo los comercios de los bajos de sus viviendas ... adoptados a los gustos de los ociosos paseantes: bares, heladerías, restaurantes y tiendas de recuerdos que jalonan la empinada (y bien vigilada) subida hasta el nuevo faro que resplandece desde su cima. Un faro de esperanza y ejemplo para el resto de la ciudad que intenta conseguir la estabilidad y seguridad que se merece..

Pero para nosotros Guayaquil fue mucho más que una visita, volvimos a reunirnos con nuestra apreciada Berta durante 24 horas en este lejano país y a través de ella llegamos a conocer a la Fundación María Dolores Blashke (www.accessinter.net/blaschke). Fue una experiencia grandiosa, tanto conocer a María Dolores (la fundadora) y su familia como la obra de esta institución que ayuda a una infancia con problemas. El lema que vemos en la foto junto a la bandera ecuatoriana lo dice todo: "Te vemos, no te oímos, te queremos hablar". Efectivamente, ellos ayudan a los niños sordos ... para que no se conviertan en mudos al no tener contacto auditivo externo. Esos pequeños niños nos ven ... no nos oyen ... pero nos quieren hablar. De eso se encarga la Fundación María Dolores Blachke. Gracias a que nos acogieron como si fuésemos de la familia pudimos conocer bien a fondo su magna misión y ver a lo largo de nuestra estancia con ellos las caras felices de los niños que lograban comunicarse con el mundo exterior..

De la mano de Hernán Clavijo (Presidente de la Fundación e hijo de Mª Dolores) y de Alberto Coral (Coordinador General) vamos recorriendo sus instalaciones y aulas. La Fundación lleva desempeñando su labor desde hace 10 años y la felicidad de los niños y los grandes resultados que obtienen son su principal motor para seguir luchando para conseguir más medios para su filantrópica tarea. En las aulas, profesores especializados tienen la concienzuda y ardua labor de enseñar a leer en los labios y enseñarles los sonidos que no oyen. Y no olvidemos que los alumnos son niños pequeños, ello requiere gran dosis de psicología para que aprendan "sin darse cuenta", como si se tratase de un juego ... que el día de mañana les permitirá ser "uno más" en este mundo y tener una vida plena y feliz. .

¿"Montero Superstar" en una sesión de fotografía? Pues casi. MOTRANSA es el mayor distribuidor de Mitsubishi en Ecuador (www.motransa.com) y tras pasar a saludarles quedaron cautivados por esta expedición que lleva más de tres años recorriendo el planeta por muchos de los lugares más fascinantes e insólitos ... y porque nuestra montura es el primer Mitsubishi Montero que realiza esta proeza a través de los 5 continentes. Ha recorrido todos los medios imaginables sin haber desfallecido nunca: dunas del Sahara, inundaciones en Oriente, alta montaña en el Himalaya, rocas, barro, jungla, ríos, nieve, puentes de espanto, temperaturas desde +50ºC hasta -13ºC (y todavía queda Alaska), alturas hasta 5.602 metros de altura, ... y este Mitsubishi Montero de serie sin ningún tipo de modificación estructural ni mecánica ha conseguido llegar a la Mitad del Mundo (como también se llama a Ecuador) y está con sobrados bríos para emprender la última etapa a través de Centroamérica y Norteamérica y llegar al Círculo Polar Ártico en Alaska. Motransa convoca a todos los medios de información en una rueda de prensa para que conozcan la expedición y nuestra infatigable montura ocupa un lugar de honor en la sala de conferencias y exposiciones de Motransa.

Con prensa, radio y televisión comienza la rueda de prensa donde explicamos cada uno de los pormenores de la Ruta hasta el momento. Nuestro anfitrión en Motransa, Reinaldo Vivanco (en primer plano), inicia la sesión que explicará a todo Ecuador los objetivos y vicisitudes de la Ruta de los Imperios. Durante los días que estamos bajo la tutela de Motransa todo fue fácil, "aquí no hay problemas, tan solo soluciones" parece decir su lema. Conocemos a todo su estupendo equipo humano y todos se desviven por nosotros y nuestro "niño". Se meten de lleno en la expedición, nos revisan el Montero a fondo y nos solucionan al instante la inquietud y preocupación que nos lleva rondando desde que fuimos conscientes que la etapa sudamericana se terminaba en Ecuador: el traslado del Mitsubishi Montero de Ecuador a Panamá. "Nosotros nos encargamos de todo", nos dijeron Reinaldo y Margoth, responsable de importaciones. Y así fue. Nos quitaron dos losas de encima, una losa económica porque ellos se hicieron cargo de todos los gastos del traslado y una losa moral por los quebraderos de cabeza que siempre nos causa el tema del embarque (encontrar agente, compañía naviera, analizar calendarios y cuadrar fechas, analizar los diferentes puertos, ... ). Tan solo teníamos que decirles desde qué puerto queríamos enviar el Montero, dónde queríamos que llegase y cuándo. La sensación del "todo hecho" es nueva para nosotros, normalmente nos tenemos que encargar de todo con gran esfuerzo pero Ecuador fue diferente, cada vez que conocíamos a alguien era una nueva inyección de vitaminas y Motransa se convirtió en un miembro activo de la Ruta de los Imperios.

Los ángeles nos han arropado en Ecuador: la familia Lastra nos acogió en Quito, la Fundación Mª Dolores Blaschke nos arropó en Guayaquil, Motransa nos apadrinó para seguir sin quebraderos de cabeza hacia Centroamérica y los medios de comunicación realizaron una divulgación del paso de la Ruta de los Imperios por Ecuador. La experiencia humana ha sido grandiosa y sigue sin cesar puesto que ha llegado un aluvión de correos de ecuatorianos que han conocido la web a través de su prensa nacional y se han puesto en contacto con nosotros para "unirse" a la expedición y darnos ánimos. Imposible agradecer uno a uno pero desde aquí damos infinitas gracias a todos ellos por sus cariñosas palabras y ese empujón moral importante para lanzarnos a la última etapa de la expedición. Son los correos electrónicos de nuestros "acompañantes virtuales" los que nunca nos hacen sentir solos, por dura que sea la etapa. En Guayaquil se termina la etapa sudamericana con el estupendo sabor de boca que nos han dejado los ecuatorianos.

No existiendo ferries ni barcos Roro, como en otras ocasiones, procedemos por tercera vez durante la Ruta de los Imperios a ... "enlatar" nuestro Mitsubishi Montero para trasladarle a un lugar donde no es posible llegar por tierra. La jungla del Darién, entre Panamá y Colombia, ha conseguido generar el mismo resultado que si Sudamérica fuese una isla, bueno, peor aún porque la jungla arremete con lo que no ataca el mar: auténticos muros físicos (de vegetación y árboles), millones de insectos dañinos (algunos mortales transmisores de malaria y dengue), dos de las serpientes más venenosas del mundo, sanguijuelas para dar y regalar, cruce de ríos, hundimientos en marismas, ... Hasta que el hombre no abra una pista, esa jungla es una puerta a doble cerrojo entre Sudamérica y Centroamérica. Y el problema es doble, primero hacerla y luego mantenerla porque en unos meses sin vigilancia ... la jungla haría desaparecer de nuevo en sus verdes entrañas ese arañazo de los hombres. Si llega a existir esa pista hasta nos hubiésemos arriesgado a cruzar Colombia pero ante su inexistencia ... nos vemos en la complicada obligación de volver a convertir a nuestro Montero en lobo de mar. A este paso también va a ser el todo terreno más marinero ... van a ser los cinco continentes por tierra ... y los siete mares en barco.

Algunos puertos son sencillos y otros complicados. Guayaquil pertenece a esa última categoría y hay sucesivos controles antes de una exportación en conteiner (ejército, policía, aduaneros, agentes antidroga) y una burocracia complicada. Afortunadamente, nosotros ni nos enteramos porque nuestro padrino Motransa se encargó de que fuese el propio jefe de su agencia de exportación, Mario Coka (www.macobsa.com), quién se encargase personalmente de todo. Con dos generaciones de experiencia todo fue coser y cantar para nosotros, tan solo seguíamos sus instrucciones.

¡Se acabó! La totalidad de los trámites se han realizado sin percances y todo está en orden. Se cierra el conteiner, la compañía lo sella con un precinto de acero y Vicente añade un precinto "personal", el candado que le dieron nada menos que en Pakistán para el primer conteiner que usamos a finales del 2.000 (crónica 54). Cuando el candado hace "clic" todo ha terminado, un camión se lleva a nuestro a amigo y no lo volveremos a ver hasta que la llave engarzada en el llavero vuelva a girar y otro clic lo libere ... en Panamá. ¡Buen viaje compañero! Nos veremos en unos días porque no nos dejan acompañarte pero mientras tu navegas... nosotros haremos una escapada al Edén.

Resto de crónicas de la ruta

Acerca de los expedicionarios

about

Te presentamos a tus compañeros de viaje

Vicente Plédel y Marián Ocaña son dos aventureros ceutíes con una prestigiosa trayectoria de rutas de exploración a través del mundo y entre los dos cubren todos los aspectos que requiere una expedición.