Si bien libre del terrorismo Ayacucho, sí que adolece del mal que asola todo Perú: la inseguridad. Los robos y allanamiento de moradas son muy frecuentes y los ciudadanos no han escatimado en seguridad: rejas, candados, perros, palos en determinados sitios de la casa por si es necesario entrar en un cuerpo a cuerpo, patrullas vecinales y más ... como este cartel pegado en muchas puertas de casas: "Prohibido detenerse, orden de disparar". ¡Gulp!.

 

El otro gran mal de Sudamérica: el descontento social. Imposible no encontrarse con sucesivas huelgas y manifestaciones, a veces son graves disturbios y otras simples marchas pacíficas, como en este caso, una huelga de médicos reclamando mejoras que circula con sus eslóganes en la plaza Mayor de Ayacucho.