Nos alejamos de Cuzco y en Moray nos citamos con unas cautivantes y aisladas depresiones escalonadas en el terreno. Estas construcciones colocadas en anillo son conocidas por los lugareños como las casas verdes de los incas. Fueron usadas como laboratorios de cultivo al aire libre por los incas, sus grandes depresiones en terraza permitían un microclima en cada nivel donde se desarrollaban diferentes cultivos. Nuestro primer contacto con los incas, esto es un apetitoso aperitivo para lo que nos espera un poco más adelante.