¿Acaso un sitio así no es maravilloso? El lugar es realmente mágico pero ... han matado su encanto al convertirlo en una máquina express de producir dinero. Es un emplazamiento para tumbarse en la hierba y soñar pero no es posible, quizás para estar dos o más días paseando con tranquilidad pero es una puerta giratoria que funciona a base de dólares. Todo medido y calculado para estrujar al máximo al turista. No se trata tan solo de la cara entrada (20 dólares) sino la sensación de una trampa opresiva para exprimir al extranjero. Lo han montado todo para dejar al visitante con los bolsillos vueltos. No se puede ir por medios propios y el tren de subida tiene el precio "especial" para extranjeros de 55 euros (35 euros en un tren nocturno de plazas limitadas si se duermen dos noches en "Aguas Calientes"-el pueblo de la base- porque parte de madrugada). Más 10 dólares por 8 kilómetros del autobús que lleva de Aguas Calientes a las ruinas. Más precios abusivos en el pueblo, más unos horarios de trenes que te obligan prácticamente a pernoctar por lo menos una noche en el pueblo. Más la entrada de 20 US$ por día, ... Lo han montado de tal modo que un simple día de visita (rápido y corriendo) salga por unos 100 US$ por persona. Y un segundo día de visita cuesta otros 20 dólares de entrada más 10 dólares de autobús (los hoteles están abajo). Así nadie se queda y dejan "plaza" para un nuevo turista que pagará a su vez el "lote completo". Pero van más allá, los guías que llevan de paseo a los turistas hablan del orgullo de sus raíces, que aquí se halla la esencia del alma de Perú  pero ... apenas hay peruanos. Para los peruanos el acceso tiene un descuento puramente formal, para disimular, es más barato pero excesivamente caro para un pueblo que tiene la obligación de conocer sus raíces: 20 dólares en unos vagones vetados a los extranjeros en un tren nocturno y 10 dólares la entrada, esos son los precios "rebajados". El resto es igual: 10 dólares del autobús, más dos noches de hotel u hostal si toman el tren barato, comidas a precios más caros porque en el pueblo ya somos todos iguales, ... ¿Cuántos peruanos disponen de más 60 dólares por persona para tan solo un día de visita a sus raíces? Pero ahí está el juego de las autoridades, lo han convertido en un coto privado de extranjeros, que a fin de cuentas son los clientes que verdaderamente le interesan, son los que se dejan grandes cantidades de dinero con trenes "exclusivos" y obligatorios, alojamientos caros (recibe más impuestos) y un largo etcétera. ¿Pensarán que es mejor que los peruanos no "estropeen" el ambiente selecto y de exclusividad de las ruinas? Tienen un tesoro cultural, patrimonio de la humanidad, y consiguen dejar mal cuerpo a la mayoría, tanto peruanos como extranjeros, porque la sensación es que tan solo les interesa el dinero, no mostrar su cultura.