Mundos terrenales, mundos espirituales y ahora mundos acuáticos. Comenzamos a deslizarnos sobre las suaves dunas acuíferas del generoso lago Inle, el más grandioso de Birmania debido a la conjugación de todos los factores: estamos a 875 metros de altura y le genera un clima benigno, su dimensión es espectacular, el paisaje que lo rodea nos hace creer que estamos en un cráter escondido del mundo y lo más cautivador de todo … su vida flotante.
En la lengua principal del lago nos cruzamos con diversos pescadores. Cubiertos con sus "khamauk" -gorros de paja- sumergen enormes cestos de caña cónicos con redes deslizantes con los que logran atrapar suculentas piezas.