Un salto más como pájaros y de nuevo la delicia de avanzar como nómadas terrestres. Ya no hay ninguna duda, si queda algún nat enganchado al zurrón ... tiene que ser de los bondadosos, los nats malignos se han diluido. Es la única explicación al regalo que acabamos de recibir al llegar a Heho: coincidir con su mercado semanal. Adoramos los mercados, para nosotros es el palpitar de los pueblos, la sangre que fluye y hace bombear el corazón del país.