El Pimai sigue inexorable, sus actos y celebraciones se reparten a lo largo de más de una semana. Esta tarde las protagonistas son las arenas del Mekong, que nos esperan en la otra orilla. La estupas de arena brotan sin cesar y florecen con estandartes, banderolas, dibujos de Buda, representaciones del horóscopo asiático, pináculos, … No hay concurso, no hay ganadores, tan solo la sana intención de pasar un día de fiesta y llenar el Mekong de estupas que, como ingenuas mariposas, desaparecerán en un día o dos.


Las estupas de arena inundan la orilla del Mekong mientras centenares de personas se meten en él para seguir con sus particulares "guerras" de agua y harina.