Nos encontramos en la calle Hang Vai con unas repisas de "elixires milagrosos" y al acercarnos vemos claramente lo que está macerando en el líquido de esas botellas... serpientes de todos los tamaños aparecen recluidas en botes, como genios confinados y deseosos de atravesar el cristal del frasco que las aprisiona para conceder cualquiera de los deseos que su libertador le pida. Impresionante.

Decenas de botellas con todo tipo de tamaños y de especies de serpientes ofrecen sus "milagros" curativos.

La calle de los elixires y medicinas naturales, una baldas que siempre son una sorpresa al acercarse.