Hemos llegado a Hanoi, la "gran" urbe, la capital de la nación. Los intensos e interminable pitidos de la marabunta de motocicletas siempre están presentes, apenas circulan coches. Esto nos tiene sorprendidos pero aliviados porque no queremos imaginar como sería el tráfico si todas las motos fuesen coches. ¿Cómo serán Hanoi y Saigón dentro de 20 años? Hay calles sólo para coches, otras sólo para bicicletas y motos, en algunos lugares no se permiten la circular a los ciclo-rickshaws (taxi-triciclo con asiento para dos pasajeros en una canasta delantera), etc. Hay que estar atento a todas las señales, a los extranjeros no nos perdonan ni una. En la foto una calle donde está prohibida la entrada a autobuses, camiones, ciclo-rickshaws y carros tirados por personas.

El Mausoleo de Ho Chi Minh, un enorme poliedro de mármol gris, se exhibe lustroso en la Plaza de Ban Dinh. Su interior acoge el cuerpo del admirado líder muerto en 1969. Todos los años el caudillo es enviado durante tres meses a Rusia para restaurar su cuerpo momificado. En realidad, el pobre Ho Chi Minh deseaba ser incinerado y reposar tranquilo para la eternidad pero el Partido tenía sus propios planes y decidió "canonizarlo" y embalsamarlo (incluso la ciudad de Saigón sería rebautizada como Ho Chi Minh City). Siguiendo la tradición comunista del culto a la personalidad y glorificación de sus líderes se les momificó, el pueblo debía seguir disfrutando y venerando su presencia física como han hecho con sus homólogos en Rusia (Lenin y Stalin) y China (Mao Tse Tung). No podían desaparecer, a falta de Dios … ellos eran los semidioses que siempre estarían presentes. Es cierta la afirmación de Albert Camus: "Si Dios no existiese, los hombres lo crearían".

El Palacio Presidencial, un hermoso edificio colonial de 1.906. Era la residencia del Gobernador General de Indochina.

Detalle del Palacio Presidencial.