Pagodas y templos se diseminan discretamente por la abigarrada capital que a pesar de todo, nos cuentan que sigue siendo más tranquila que la congestionada y alocada Saigón en el sur. El más respetado de los templos es el Templo de la Literatura. Se erigió en el año 1.070 (s.XI) por el emperador Ly Thanh Tong en honor a Confucio. Considerada como la primera universidad de Vietnam estaba dedicada a instruir a los hijos de los mandarines.

El tesoro más distinguido que guarece su interior son las estelas donde figuran los nombres, lugar de nacimiento y logros de los estudiantes que recibían su doctorado. Su erudita memoria cincelada en las pesadas estelas siguen siendo transportadas por los caparazones incorruptos de las tortugas de piedra sobre las que se elevaron las académicas losas.

Columnas del Palacio de la Literatura.

Interior del pabellón de Khue Van, en el Palacio de la Literatura.